Hoy en día son numerosos los activos en los que es posible invertir. Antes solo existían unos pocos, pero tras la vertiginosa evolución tecnológica, actualmente es posible optar por alternativas como las criptomonedas y los NFT. A pesar de haber tanta variedad, muchos inversores siguen decantándose por una opción más bien tradicional: los inmuebles.
Aunque las inversiones inmobiliarias no son complicadas como tal, sí es conveniente que sepas por dónde empezar. En este artículo describiremos los pasos que hay que seguir para dar comienzo a la aventura financiera, por supuesto de manera segura y con los menores riesgos posibles.
¿Es un buen momento para invertir?
Lo primero que tienes que saber es si el contexto económico actual es el adecuado para llevar a cabo una inversión de semejante calibre. En este sentido, conviene que te informes sobre el impacto de las tasas de interés en el mercado inmobiliario.
Tras haber interiorizado toda la información al respecto, habrás podido deducir que el momento óptimo es aquel en el que el Euribor está bajo, lo cual convendrá aprovechar firmando una hipoteca cuyo tipo de interés sea fijo para no llevarte sorpresas desagradables más adelante. En su momento ya explicamos cómo entender los tipos de hipotecas y elegir la adecuada, así que échale un vistazo al artículo para resolver todas las dudas que puedas tener.
Ahorros y gastos
Si tienes claro que la coyuntura monetaria actual es la adecuada, llega el momento de hacer números. ¿A qué nos referimos? Básicamente a averiguar si la operación que pretendes realizar es viable o no.
Para tal fin, empieza determinando qué cantidad de tus ahorros puedes destinar a la inversión inmobiliaria. Bajo ningún concepto te gastes el cien por cien del dinero que hayas podido ahorrar, ni siquiera si das con un auténtico chollo. En tal caso, ¿qué pasaría si más adelante surgiera un imprevisto? Estarías con el agua al cuello.
Exceptuando algunos inversores, la mayoría acaba teniendo que recurrir a una hipoteca. Antes hemos hablado de los tipos, pero ahora toca profundizar en la cantidad de dinero que presta el banco. Ninguno de ellos te financiará el importe total del inmueble en cuestión. Es decir, como máximo podrás obtener un 80%.
Eso sí, los gastos se acaban disparando por los típicos imprevistos, así como las acciones llevadas a cabo si leíste nuestros consejos sobre cómo aumentar el valor de tu propiedad antes de venderla. En definitiva, independientemente de si recurres o no a una hipoteca, cerciórate de poder reunir no solo el 100% del valor de la vivienda, sino también un 10% adicional.
Asegúrate de que la vivienda es adecuada para una inversión inmobiliaria
Por mucho que pongas en práctica los consejos a los que hemos hecho referencia antes y las claves de nuestra guía completa para vender tu propiedad rápidamente, te costará muchísimo cerrar la operación si te equivocas al comprar el inmueble.
Si no sabes por dónde empezar al hacer una inversión inmobiliaria, es importantísimo que antes de nada leas los 8 mejores consejos para comprar tu primera vivienda. Uno de los más importantes hace referencia a la localización del inmueble. Y es que el lugar en el que está es un aspecto al que darán mucha importancia los futuros compradores o inquilinos. Es por ello que conviene que te informes sobre cómo elegir la ubicación perfecta para tu nueva casa, consejos que también son válidos para los inmuebles que posteriormente serán vendidos o alquilados.
Obviando la ubicación, hay otros factores en los que has de fijarte, como el estado en el que se encuentra actualmente el inmueble. Comprar uno que esté para reformar integralmente puede ser una buena idea si tu presupuesto es limitado a día de hoy pero crees que podrías ahorrar más en un futuro. En tal caso, seguramente sea un buen movimiento financiero.
A la lista de detalles en los que fijarse hay que sumar la eficiencia energética. Por diversos motivos, en la actualidad es un aspecto al que los compradores e inquilinos dan una enorme importancia. Esto es fruto no solo de lo cara que es la energía, sino también del perjuicio que supone para el ecosistema el hecho de consumir una excesiva cantidad de luz o gas.
Así pues, cuando hagas una inversión inmobiliaria, presta atención a la calificación energética que tiene. Las que presumen de una mayor puntuación son las casas ecológicas: ¿vale la pena la inversión? Bajo nuestro punto de vista, la respuesta es afirmativa, ya que el interés por el ecologismo cada vez va a más. Por ende, cuando la pongas en venta o en alquiler, no tardarás en llegar a una gran cantidad de usuarios que querrán disfrutar de las ventajas de una vivienda de este tipo.
Diversificación
Si puedes permitirte varias inversiones inmobiliarias, es importante que no te centres en un único tipo de vivienda como podrían ser los pisos céntricos. Tal como sucede en el resto de inversiones, la diversificación es la mejor aliada para operar con los menores riesgos posibles.
Gracias a lo amplio que es el mercado inmobiliario, no tendrás dificultades a la hora de dar con dos o incluso más opciones que nada tendrán que ver las unas con las otras. Por ejemplo, una buena idea consiste en adquirir un piso céntrico y un chalet ubicado a las afueras de la ciudad.
Otra sugerencia, si te centras en los pisos turísticos, se resume en comprar uno en plena montaña y otro en la playa, destinándolos ambos a un alquiler. Cuando el piso de la montaña se alquile en invierno, podrás disfrutar del de la playa y viceversa, es decir, aprovecharás que en temporada baja la demanda será muy reducida para hacer uso y disfrute de tus propios inmuebles.
Trabajar con un agente inmobiliario profesional
Por último, hay que decir que uno mismo puede llevar a cabo inversiones inmobiliarias. Sin embargo, la falta de conocimientos y de experiencia tal vez terminen derivando en que la experiencia sea fallida. ¿En qué sentido?
Uno de los más habituales se resume en no ser capaz de vender o alquilar la vivienda, por lo que hay que aplicar varias rebajas en el precio hasta conseguir cerrar la operación sin alcanzar la cifra que esperabas obtener. Por ende, la inversión no es tan beneficiosa como habías calculado al principio.
Evitar este tipo de escenarios es tan fácil como recurrir a un experto en la materia. Sí, a cambio has de pagar una comisión, pero la compensan con creces los beneficios de trabajar con un agente inmobiliario profesional.
Al tener una cartera de clientes amplísima, en poco tiempo tus inversiones darán sus frutos, ya que los inmuebles llegarán a potenciales compradores e inquilinos que realmente tienen interés en ese tipo de vivienda: dimensiones, ubicación, precio, etcétera.
Ahora que ya sabes por dónde empezar con las inversiones inmobiliarias, ponte en marcha y ten claros cuáles son tus objetivos a largo plazo. Si aplicas los diversos consejos que hemos mencionado, la inversión merecerá mucho la pena y acabará fructificando en forma de importantes beneficios.