¿Alquilar o comprar una vivienda? Son muchas las personas que se hacen la misma pregunta a la que ya dimos respuesta hace tiempo en este mismo blog. Uno de los motivos que inclinaban la balanza a favor del alquiler era puramente económico, ya que optar por una compra exige tener que pedir una hipoteca. Aun así, esto último no tiene por qué ser complicado o directamente inviable.
Eso sí, para que todo salga bien, es importante que entiendas los tipos de hipotecas. Solo así podrás elegir la adecuada.
Hipoteca fija
Para muchas personas que dan a su economía doméstica la importancia que merece, es fundamental saber de antemano cuánto tendrán que gastarse cada mes para pagar la hipoteca. Esto solo sucede con una hipoteca fija, ya que es la única que aporta a estos compradores de inmuebles la estabilidad que tanto necesitan.
Sea cual sea el escenario económico, no pasa factura de ninguna manera a la cuota mensual. Es una gran ventaja, pero a cambio hay que lidiar con dos aspectos negativos que no conviene obviar.
En primer lugar, comparativamente siempre será la opción más cara de todas. Por otra parte, tal como explicamos en el artículo sobre el impacto de las tasas de interés en el mercado inmobiliario, puede producirse un ajuste favorable del Euríbor que derive en un abaratamiento de las hipotecas. En tal caso, los clientes de los bancos que firmaron hipotecas de tipo variable o mixto sí se verían beneficiados, mientras que los de tipo fijo seguirían pagando más, ya que la cuota nunca cambia.
Hipoteca variable
Si la estabilidad económica no es importante para ti, la hipoteca variable puede ser la idónea. Eso sí, hay que entender que trae consigo un gran riesgo que experimentaron quienes, en el año 2020, firmaron una hipoteca variable.
Antes de hablar de este caso en concreto, toca averiguar qué es exactamente la hipoteca variable. Básicamente se trata de un crédito que concede el banco cuyo porcentaje de interés varía -de ahí su nombre- al alza o a la baja. ¿De qué depende que suba o disminuya? La respuesta es clara: Euríbor.
Este valor de referencia que tanto ha cambiado en los últimos años es el que determina, junto a un porcentaje fijo que define el propio banco, la cantidad total de intereses que deberás abonar cada mes. Las revisiones tienen lugar generalmente cada medio año, así que tras haber transcurrido seis meses, dependiendo de si el Euríbor ha subido o bajado, tu hipoteca también lo hará en consonancia.
¿Recuerdas que antes hemos mencionado el caso del año 2020? Por aquel entonces, el Euríbor estaba muy bajo y llevaba bastante tiempo experimentando descensos de forma consecutiva. Dicho factor llevó a numerosas personas a decantarse por la hipoteca variable, ya que creían que el mencionado valor seguiría disminuyendo, lo cual se traduciría en que todavía pagarían menos durante los años venideros. Por desgracia, no fue así.
Quienes acertaron de verdad fueron los que, siendo conscientes de que el Euríbor ya estaba muy bajo, cabía la posibilidad de que en cualquier momento subiera, así que decidieron firmar una hipoteca de tipo fijo.
Estos últimos tenían que soportar comentarios de usuarios que no entendían por qué tomaban esa decisión que acarreaba tener una cuota mensual superior a los de las hipotecas variables. Sin embargo, a día de hoy siguen pagando lo mismo, mientras que los que optaron por las hipotecas variables han visto incrementada drásticamente su cuota, hasta tal punto que se ha convertido en un gasto inasumible, con todo lo negativo que ello acarrea.
Hipoteca mixta
Como acabamos de ver, la hipoteca fija tiene una gran ventaja que se resume en la estabilidad, mientras que la variable también proporciona beneficios como el de ser más asequible al principio -si no cambia el Euríbor- y existir la posibilidad de que se abarate en un futuro. ¿Sabías que es viable combinar las ventajas de ambas alternativas? En efecto, recurriendo para tal fin a las hipotecas de tipo mixto.
No son ni mucho menos las hipotecas más exitosas, lo cual no es de extrañar teniendo en cuenta sus características. Y es que estamos ante un crédito hipotecario cuyos intereses al principio son fijos, es decir, en el momento en que se ha podido comprobar cuál ha sido la tendencia del Euríbor. Sin embargo, tras haber transcurrido unos años -siendo imposible saber cómo evolucionará dicho valor de referencia-, la hipoteca pasa a ser variable, por lo que tal vez baje o quizá suba mucho.
Las hipotecas mixtas se suelen recomendar a aquellos usuarios que, al empezar a pagar la hipoteca, quieren tener la seguridad de pagar siempre lo mismo, adaptándose así a un nuevo estilo de vida que exige destinar una buena parte del sueldo -no más del 33% a ser posible- a pagar la casa o el piso. Más adelante, cuando la estabilidad quizá adquiere una menor importancia, al convertirse el tipo en variable asumen que podrá cambiar notablemente el importe a pagar cada mes.
¿Cuál es el tipo de hipoteca que te conviene?
Responder a esta pregunta es muy difícil y conviene que lo haga un experto en la materia que evalúe tu caso. No tiene por qué ser alguien de la entidad bancaria en la que decidas depositar la confianza, ya que uno de los beneficios de trabajar con un agente inmobiliario profesional consiste en recibir ayuda por su parte, entre la que se incluye asesoramiento hipotecario. Aun así, vamos a tratar de resolverla.
Lo primero que tienes que saber es si podrías asumir una subida que, en años como 2022 y 2023, fue drástica por culpa del Euríbor -algunos propietarios pasaron de pagar 600 euros de hipoteca a un total de 900 euros-. Si no te ves capaz de algo así, lo mejor que puedes hacer es optar por el tipo fijo. De hecho, son las únicas que recomendamos a aquellas personas que necesitan estabilidad en su vida, también en lo que respecta al factor económico.
Pero, ¿y si no te importa que la cuota vaya variando? Entonces la variable puede ser aconsejable para ti, siempre y cuando la firmes en una época en la que el valor de referencia esté alto. Aunque lleve meses en una tendencia creciente, lo más probable es que tarde o temprano acabe decreciendo, por lo que el paso del tiempo daría pie a que pagases menos.
Si no quieres arriesgarte a que las subidas continúen durante los primeros años del crédito hipotecario, una buena idea es contratar una hipoteca mixta.
Al hacerte con un inmueble, elegir la hipoteca no es lo único relevante, ya que hay otros aspectos que también son trascendentales, así que asegúrate de leer también los 8 mejores consejos para comprar tu primera vivienda.