Cuando dimos los 5 consejos para negociar el precio de compra de una vivienda, hablamos de un aspecto muy importante: llegar a un preacuerdo con el banco. Sin embargo, antes de sentarse a hablar con la entidad bancaria en cuestión, conviene que aprendas una serie de conceptos que adquieren una gran relevancia. Uno de los más trascendentes es el de las tasas de interés. Hoy averiguaremos cómo impactan en el mercado inmobiliario. Antes de hacerlo, profundizaremos en ellas para saber exactamente qué son las tasas de interés.
Qué son las tasas de interés
Para que puedas entender fácilmente el impacto de las tasas de interés en el mercado inmobiliario, antes toca saber qué son. Básicamente nos referimos a ellas como el precio que tiene el hecho de pedir un préstamo, sea cual sea el objetivo de solicitar el producto crediticio en cuestión -en este caso adquirir una vivienda-.
En base a qué aumentan o descienden las tasas de interés
Como habrás podido deducir, no siempre cuesta lo mismo el hecho de pedir dinero a un banco o a una entidad prestamista. Así pues, ¿de qué depende que las tasas de interés sean más altas o bajas? Varios factores entran en juego, empezando por la inflación.
Antes del COVID-19, el encarecimiento de los precios estaba teniendo lugar al ritmo habitual. Sin embargo, tras poner fin a dicha crisis sanitaria, dio comienzo una grave situación monetaria que derivó en un período inflacionista sin precedentes. Esto acabó traduciéndose en que las tasas de interés aumentasen drásticamente.
Pero la inflación no es lo único que da pie a que el TIN y el TAE suban o bajen. A la lista hay que sumar la famosa ley de la oferta y la demanda. En plena época de crisis económica, los ciudadanos disponen de poca liquidez para hacer frente a los gastos del día a día o a grandes desembolsos como puede ser la compra de un coche o la adquisición de un inmueble. Por ende, la demanda aumenta, sucediendo exactamente lo mismo con las tasas de interés. Como es de esperar, acontece justo lo contrario si la demanda disminuye, pasando a ser entonces bastante más barato el hecho de pedir dinero.
En definitiva, podría decirse que, dependiendo de la salud que tenga la economía, las tasas de interés pueden experimentar subidas o bajadas. Cuando esto sucede, el mercado inmobiliario sufre las consecuencias de las maneras que describiremos ahora.
Así afectan las tasas de interés al mercado inmobiliario
Ahora que ya sabes qué son las tasas de interés y por qué suben o bajan, ha llegado el momento de saber el impacto que tienen en algo tan importante como es el mercado inmobiliario.
Las tasas de interés aumentan
En primer lugar, vamos a suponer que tanto el TIN como el TAE han aumentado debido a una etapa inflacionista, a una mayor demanda y a un mal estado de la economía en general. Si esto sucede, los préstamos hipotecarios y otros productos similares se encarecen notablemente. En algunos casos, los intereses llegan a alcanzar los cien mil euros, lo cual sorprende teniendo en cuenta que el valor del inmueble es de poco más de doscientos mil. Ante unas cifras como las que acabamos de mencionar, no es de extrañar que la demanda de los créditos disminuya muchísimo.
Al estar tan caros los créditos hipotecarios, siendo realmente prohibitivo pedir dinero a un banco, las consecuencias no tardan en producirse: la demanda en el mercado inmobiliario experimenta un retroceso. Como los pisos y las casas no se venden, los propietarios se ven obligados a hacer todo lo posible con tal de desprenderse de sus inmuebles. Para tal fin, son varias acciones las que llevan a cabo, describiéndose algunas de ellas en nuestra guía completa para vender tu propiedad rápidamente. Pero en ese artículo no mencionamos otra clave que es bastante evidente y que consiste en bajar el precio.
Si hay pocos interesados, el vendedor ha de hacer todo lo posible con tal de calar hondo en el público potencial. Si la vivienda ya de por sí es atractiva pero a pesar de ello no se producen llamadas de compradores, el problema está en el precio que es demasiado alto, así que toca bajarlo.
Consecuentemente, las épocas en las que las tasas de interés son más altas, son unas de las mejores para comprar inmuebles, siempre y cuando se disponga de la liquidez necesaria y no haya que pedir una hipoteca. Si es tu caso, no te pierdas nuestro artículo sobre las inversiones inmobiliarias: ¿por dónde empezar?.
Las tasas de interés disminuyen
Suponiendo que la economía en general haga gala de un buen estado de salud, tarde o temprano ello repercute en una bajada de las tasas de interés. El motivo es lógico: los ciudadanos pasan a contar con una mayor cantidad de ahorros que pueden destinar a sus gastos, por lo que no necesitan tantos préstamos. La demanda crediticia desciende, por lo que hacen lo mismo el TIN y el TAE.
Esto no significa que se pidan muchos menos créditos. Aunque antes hemos hablado de un supuesto caso en el que el inversor ya cuenta con el dinero necesario para adquirir una vivienda, esto no es lo habitual. Casi todos los compradores han de recurrir a un préstamo hipotecario. Sin embargo, al tener más ahorros, la cantidad que el banco prestará es bastante inferior. Como se pide menos dinero, hacerlo es más barato.
Las entidades bancarias entonces ofrecen un TIN y un TAE bastante atractivos, por lo que los compradores no dudan en dar el paso firmando el documento contractual que les llevará a tener que desembolsar cada mes -durante 20, 30 o incluso más años- una cantidad que puede ser fija o variable, cambiando en el último caso en función de la evolución del Euribor. En este sentido, es importante que sepas cómo entender los tipos de hipotecas y elegir la adecuada.
Al haber tantos compradores, el mercado inmobiliario experimenta un encarecimiento. Y no es para menos, ya que hay más personas dispuestas a pagar lo que los vendedores piden por sus inmuebles.
Si tú eres una de ellas, conviene retomar brevemente el tema de las hipotecas. Y es que cuando las tasas de interés bajan, muchas personas se suman a la tendencia de contratar una hipoteca variable creyendo que el TIN y el TAE todavía pueden experimentar descensos más acusados. Sin embargo, puede ser un grave error.
Por el contrario, aquellas personas que firmaron una hipoteca de tipo fijo en 2019 y principios de 2020 acertaron de lleno, ya que después los intereses subieron astronómicamente hasta situarse en unos niveles casi inasumibles. Así pues, cuando el Euribor empieza a bajar y el nivel es más que razonable, es un buen momento para adquirir un inmueble sobre todo con una hipoteca fija, especialmente si aprovechas los momentos iniciales en los que el mercado inmobiliario todavía no habrá registrado un aumento de precios generalizado.
Autor:
Staff
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